Aprende a trabajar con una cultura 100% digital

Con el surgimiento de la internet y su gran avance a nivel organizacional ha provocado que diversas empresas a nivel mundial tomen la decisión de migrar netamente a la web, rompiendo toda una base estructural respecto a lo que es la cultura organizacional.

Comprendemos que los cambios extremos generan miedo y más cuando hemos sido criados por un modelo de trabajo tradicional, las cuales, se han basado en estrictos horarios, protocolos de vestimenta, cuatriculadas metologías de comunicación, cubículos abarrotados de papel y secciones de “recreación” para tomar café o agua según los gustos del trabajador.

Aquí observamos la primera ruptura cultural a nivel organizacional,  los protocolos del entorno cambian abruptamente, no hay compañeros de trabajo que nos acompañen de forma física, sino que eres tú con tu computador y una excelente conexión a la internet.

¿Cómo migrar sin generar un abrupto impacto?

Como empresario y colaborador se deben tener muy buenos hábitos de trabajo para así mismo cumplir con las metas u objetivos diarios y ante todo, se debe adquirir unos optimos canales internos de comunicación, puesto que si no se tienen, todo el equipo de trabajo puede dispersarse y terminaría en ceros… y esa ¡no es la finalidad!.

Ahora, hazte la siguiente pregunta, ¿consideras que los canales masivos de comunicación como whatsapp o facebook serían los más optimos para tu empresa?… lamentablemente no lo son y más cuando deseas adaptarte a una cultura organizacional 100% digital.

La opción más acertada para ello es que tu empresa tenga su propio canal formal de comunicación interna, hay muchas marcas o entidades que se encargan de ello, como lo es slack o tawk.to. Te recomendamos esto debido a que a pesar que tus colaboradores estén trabajando desde casa o de manera remota se necesita que todos estén 100% conectados.

Por otro lado, memorízate lo siguiente: “separar lo laboral con lo personal”. En una oficina física comprendemos que cuando se labora siempre tratamos de dejar a un lado los problemas personales y enfocarnos en nuestras metas; pero, cuando se está en casa, es sabio disponer de un cuarto y ambientarlo como tu oficina personal… y ¿a qué se debe?

Si eres madre, padre e incluso hijo se deben dialogar los horarios en los que vas a estar laborando desde casa, puesto que a veces se cae en el error de que por estar trabajando desde nuestro hogar estamos 100% enfocados a la familia o a temas caseros, y ¡eso no es cierto!.

Los dialogos previos entre las personas con las que vivimos y compartimos -respecto a este tema- es primordial, puesto que sus apoyos serán cruciales para que podamos rendir día a día.

Además, ten presente que a veces se cree que por trabajar desde el hogar es mucho más relajado, y se puede caer en el garrafal desliz de quedarte dormido por tener la excesiva comodidad de tu cama o por estar más atento a la televisión que a las plataformas de trabajo de la organización… y eso ¡a tu jefe y a tu equipo de trabajo no les va a gustar!

Trabaja con buenas costumbres, se honesto con tu familia y asume el reto de ser más dinámico, independiente, atento, disciplinado, adaptable, agil, dispuesto a ser transversal con tus funciones y no tenerle miedo a las nuevas herramientas digitales para dinamizar tus labores.

Su empresa es un sistema, ¡adáptalo al 100%!

Muchos Ceos han encontrado valiosos talentos para hacerlos parte de la organización, pero, en algunas ocasiones dichas personas se encuentran a cientos de kilómetros de las oficinas, y para no perderlos los contratas de forma remota.

En este punto te darás cuenta si tu empresa de verdad cuenta con verdaderos recursos internos de comunicación para mantener el flujo de comunicación entre todo tu equipo de trabajo, puesto que, al no tener una empresa 100% de entorno digital, empiezas a convertirte en una cultura hibrida y a partir de ahí notarás las brechas en factores de coordinación.

Cuando empiezan a notarse dichas falencias de aislar al personal remoto y prestarle más atención a los que están de forma presencial con base a la participación íntegra de reuniones, toma de desiciones, entre otras; provoca que ese porcentaje de trabajadores se aburran, sientan frustración y a lo último desistan de sus obligaciones.

Recomendamos que cuando vayas a contratar de forma remota de una vez te estés proyectando para trasladar todo tu personal a las mismas condiciones, para así mismo ser más óptimos, íntegros, evolutivos, y que tu equipo de trabajo comprenda que tu organización es todo un sistema.

Con la aparición del COVID-19 te darás cuenta si tu personal se adapta a los cambios y si tus modelos de comunicación son los más óptimos para aferrarte completamente a la verdadera estructura organizacional que nos ofrece la revolución digital.

Para finiquitar, no se te olvide algo tan básico pero fundamental como lo son los componentes audiovisuales cuando se trabaja de modo remoto. Acá es esencial no perder los simples hábitos del hombre, como es el poder vernos y tener una verdadera interacción a pesar de la distancia a través de una cámara.

No hay nada de malo con las conferencias a través de llamadas, pero, su nivel de captación y relevancia empieza a bajar. Por ende, pon a un lado la tímidez e interactua como si de verdad estuvieras en la oficina por medio de los componentes audiovisuales, así no perderemos la esencia de calidez.

¡Conclusiones!

1. Si tu empresa va a migrar a lo digital que sea un proceso del 100%, así brindarás estabilidad en los procesos de tu organización y crearás una acertada cultura entre tus colaboradores. Nadie se sentirá excluido y los resultados serán muchos más acertados.

2. Ten los debidos instrumentos de comunicación interna, para que no haya brechas y mucho menos distracciones al momento de comunicarse.

3. Cuando se trabaja de forma remota los protocolos de vestimenta pueden ser flexibles, lo que realmente importa es que cada uno tenga sus correspondientes hábitos para laborar, entre esas condiciones está que tengas un espacio propio en tu casa, que dialogues con las personas que convivas y aclares tu nuevo ritmo de trabajo. Recuerda, separar lo personal de lo laboral.